miércoles, 6 de noviembre de 2013

hombre bello,
de sonrisa tatuada entre sus dientes
de lenguas voraces en sus dedos:
hoy,
con ojos mojados de niebla
te silbas de silencio
inscribiendo entre mis piernas mil agujas,
hincándote a sobrevivir de nombre,
incapaz de ver que el que protege
vive en tu propia piel
balbuceándote en rimas extrañas.
mas,
grabada tu voz en mis ansias
seré tantas mujeres antes de serlo.
mientras,
vivirás cerca de la almohada,
en la esquina de la espera
justo debajo de mi reloj digital.
tú: hombre bello,
llegarás al día anunciado de tu muerte,
en que cautivo el ánimo,
serás desnudo
[y tus manos fronterizas,
como el jazz de Veloso.]







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