viernes, 10 de agosto de 2012

En un vuelo solitario, su avión sufre un desperfecto y aterriza de emergencia en el desierto del Sáhara. Ahí tiene lugar su encuentro con el Principito, un niño que viene de otro planeta, tan pequeño que sólo tiene tres volcanes, baobabs enanos y una flor. El Principito le pide al aviador que le dibuje un cordero para llevarlo a su mundo. Tras hacerse amigo del Aviador, le cuenta cómo era de solitaria y melancólica su vida hasta la llegada de la Flor, una flor muy hermosa que ama al Principito pero a quien le es difícil expresarse con sinceridad.Debido a sus dudas sobre el amor de la flor, el Principito abandona su asteroide y recorre diversos mundos, habitados por curiosos personajes como el rey, el vanidoso, el bebedor, el farolero y el geógrafo. Llega por fin a la Tierra, donde conoce a la serpiente y al zorro, con quien llega a establecer un vínculo muy especial.Al fin, el Principito regresa al desierto del Sáhara, el lugar en el cual descendió a la Tierra, para hacerse amigo del Aviador y contarle sus peripecias. Cuando el Aviador logra reparar su avión, el Principito es mordido por la serpiente, pues ésta es la única manera que tiene de volver a su planeta, para cuidar a su flor.

 (E.R)   :) 




2 comentarios:

Eduārdo Röjaš dijo...

Si alguien ama una flor única, de la que no existe más que ese ejemplar en los millones y millones de estrellas, no basta para que esa persona sea feliz cuando las contempla. Esa persona se dirá, entonces contemplándolas: ¡Allá en alguna parte está mi flor! Pero si la oveja se come la flor, será para él como si de repente, se apagaran todas las estrellas...

cautivacionesalexa dijo...

Si en verdad esa flor es para ti, Nadie se comerá tu floresita.

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